martes, 19 de marzo de 2013

“LA IMPORTANCIA DE TUS PIES”

 
En las grandes construcciones de edificios o de monumentos cuya altura es superior a la base, es necesaria una buena cimentación como base para que durante años ese edificio no se derrumbe y no haya problemas, lo mismo ocurre con nuestro cuerpo, necesitamos que todo parta de una buena base y para nosotros esa base son los pies. Un gran porcentaje de las lesiones que durante los años van apareciendo en nuestro cuerpo son producidas por defectos en la biomecánica de la marcha y en la pisada. Ya que nos mantenemos de pie o caminando la mayor parte del tiempo y cualquier problema que pueda haber en el pie puede repercutir en nuestro tobillo, rodilla, cadera, espalda o incluso las cervicales. Es muy importante corregir estos defectos en la marcha para que no nos lesionen con el paso del tiempo.

Un ejemplo claro de problemas ocasionados por una pisada errónea son los que puede llegar a producir la existencia de una pierna ligeramente más larga que otra. Nuestro cuerpo es sabio e intenta y consigue cueste lo que cueste que nuestra mirada sea lo más horizontal posible, para ello busca las compensaciones necesarias para llegar a este fin. En el caso de la pierna corta, que puede ser producida por un problema en el pie, nos encontraremos con un desequilibrio en la pelvis que ocasionara una actitud escoliótica que a su vez producirá contracturas en nuestra espalda, hasta la posibilidad de llegar a tensionar las cervicales, mas a un lado que otro, y esto puede producir compresión del nervio de Arnol y así sentir mareos, dolores de cabeza, nauseas o incluso vómitos.

Por otro lado, nos podemos encontrar entre otras dos posiciones patológicas en el pie, que seguro que todos antes hemos oído como pie pronador y pie supinador. El pie pronador es un pie que se asocia al pie plano o que apoya mucho la zona interior del pie, desgaste del zapato por la parte de dentro y que puede acarrear un aumento de las curvas fisiológicas de nuestro cuerpo, dolor en la parte interna de la rodilla o más tensión en la cara externa del muslo. El pie supinador es aquel que apoya mucho la parte externa, se observa un marcado desgaste en la zona posteroexterna del calzado y produce lesiones en la cara externa de la pierna principalmente en rodilla y en tobillo. Hay casos en los que un pie tiene una posición diferente al otro y esto va a ocasionar lo que anteriormente hemos descrito como pierna más corta y los consecuentes desequilibrios.

Desde el punto de vista de la fisioterapia y la podología se ofrecen diferentes alternativas de tratamiento, ambas complementarias e imprescindibles para la correcta mejoría del paciente: con fisioterapia conseguiremos que el  pie vuelva, si no es en su totalidad ,al menos en su mayor parte, a una posición lo más adecuada posible mediante movilizaciones, estiramientos, osteopatía en las articulaciones bloqueadas, masaje, etc.; pero ocurre que necesitamos que un soporte mantenga esa posición que hemos ganado con fisioterapia, y para ello el papel de la ortopodología es fundamental, sería necesario hacer una exploración biomecánica adecuada para observar las diferentes carencias en el pie y poder corregir o compensar con un soporte plantar o plantilla que mantenga equilibrado el pie.


Desde aquí animamos a todos los que consideren que de alguna manera su forma de caminar no es adecuada, o que el bajo del pantalón queda más largo de una pierna que otra, o incluso aquellos deportistas que quieren optimizar su rendimiento y prevenir lesiones, que se animen a preguntar a un profesional experto en exploraciones biomecánicas, fisioterapeuta o podólogo, sobre cómo está trabajando su pie y qué posibles soluciones se plantean al respecto, seguro que la vida os cambia considerablemente.

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