domingo, 30 de abril de 2017

Pon soluciones a los momentos difíciles de la vida

      En la vida pasamos por momentos en los que aparecen sentimientos de tristeza, desesperanza, estrés …Momentos que aún siendo inherentes a la propia existencia humana, se nos han enseñado a evitar, como si fuera algo que no va con nosotros y que solo le pasa a  los demás…cómo si estuviéramos libres de ello.

      A veces nos sentimos culpables, creyéndonos responsables de la situación; o incluso incomprendidos, pensando que somos los únicos que pasamos por ese problema.

      Otras le damos vueltas e intentamos entender cómo hemos llegado a ese punto. Ponemos todo nuestro empeño en salir, pero parece que las cosas no mejoran y sólo conseguimos frustrarnos.
      
      No queremos que esos miedos se mantengan y nos causen un malestar aún mayor. Que interfieran en otros ámbitos de nuestra vida y afecten a nuestra capacidad de disfrute. ¡Si pudiéramos hacer algo para solucionarlo!

      Es ahí cuando con un poco de suerte, hemos decidido parar y empezar a escucharnos. Ver que algo se nos remueve por dentro…que ya no somos los mismos que antes… ¿qué nos está pasando?...estamos actuando, ¡nos movemos! La acción como la clave del cambio, lo que nos va a  permitir salir de la preocupación y pasar a la lucha. Lo que nos permitirá descubrir nuevos caminos insospechadamente gratificantes.

      Posicionémonos, aprendamos a afrontar la realidad desde un prisma diferente; desde el prisma de la aceptación de nuestra propia vida (sin resignarnos, como un ejercicio de valentía y franqueza con nosotros mismos), y la adquisición de una responsabilidad con nuestra  propia historia, con nuestro rumbo del que somos dueños. Luchar contra una realidad inamovible sería un gasto de energía inútil y dañina.

      Escuchémonos, escúchate. Identifica abiertamente tus debilidades pero también tus fortalezas. Toma conciencia, y actúa en consecuencia. Empieza a escribir tu camino, a superar esas dificultades con tus aptitudes, pero sobre todo con tu actitud. Una actitud de superación, de búsqueda de tu bienestar, si no lo haces tú, ¿quién lo puede hacer? ¡Da el paso!

Pide ayuda si es necesario, disfruta de esa libertad que a veces da vértigo. Trátate con compasión, sin exigencias absolutas y sabiendo que los borrones de tus páginas en blanco son necesarios para aprender a seguir avanzando en la escritura de la historia de tu vida.

Paloma García Aguña Psicóloga Clínica Nupofis Madrid

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